"... El Cesio-137 (que se produce principalmente por fisión nuclear) es soluble en agua y sumamente tóxico en cantidades
ínfimas. Una vez liberado al medio ambiente, sigue estando presente
durante muchos años, dada su vida media. Puede causar cáncer
10, 20 o 30 años a partir del momento de la ingestión, inhalación o
absorción, cuando una suficiente cantidad entra en el organismo..." (leído aquí)
No se puede ejemplificar con nada mejor la enorme desproporción entre la cuantía de este material radiactivo y sus efectos en caso de dispersión accidental, que con la patética tragedia conocida como el accidente radiológico de Goiania (Brasil).
No se puede ejemplificar con nada mejor la enorme desproporción entre la cuantía de este material radiactivo y sus efectos en caso de dispersión accidental, que con la patética tragedia conocida como el accidente radiológico de Goiania (Brasil).
Una cápsula con 100 gr de Cesio-137 olvidada en un equipo de radioterapia de un hospital abandonado provocó:
- La muerte de 4 personas en pocos días tras una tremenda agonía. 66 muertos en total, según algunas fuentes.
- Afecciones graves a 9 personas.
- 37 afectados en menor medida por fuertes dosis de radiación.
- 244 personas con partículas radiactivas en su cuerpo.
- La Comisión Nacional de la Energía Nuclear brasileña eleva el número de personas afactadas por la radiación a 112.000 (leído aquí).
- Compensaciones económicas por valor de 560.000 € (1987).
- Garantía de tratamiento médico y psicológico, incluyendo también a sus descendientes de segunda y tercera generación.
- Retirada de dos centímetros de tierra de jardines y zonas terrosas afectadas.
- Demolición de varias casas.
- Repercusiones económicas indeterminadas por la paralización del comercio en la ciudad por el miedo de la gente.
La actividad del Cesio-137 se estima en 30 años, por lo que los cadáveres fueron enterrados en ataúdes de plomo y cubiertos con hormigón. No se especifica el destino de las extremidades amputadas, ni de los materiales contaminados.
"... Del millar de damnificados, 164 personas fueron directamente afectados y el resto son profesionales y voluntarios que colaboraron en la descontaminación y en el tratamiento de los afectados. A estas últimas no se les garantizó atención médica adecuada. Y desde hace año y medio (noticia publicada en septiembre de 2012) ninguno de los supervivientes recibe tratamiento. De todos los afectados, sólo la mitad recibe alguna compensación económica..." (leído aquí).
"... Del millar de damnificados, 164 personas fueron directamente afectados y el resto son profesionales y voluntarios que colaboraron en la descontaminación y en el tratamiento de los afectados. A estas últimas no se les garantizó atención médica adecuada. Y desde hace año y medio (noticia publicada en septiembre de 2012) ninguno de los supervivientes recibe tratamiento. De todos los afectados, sólo la mitad recibe alguna compensación económica..." (leído aquí).
2 comentarios:
¡Cielo Santo...!
He procurado omitir los datos más truculentos del caso. Aún así, queda patente que, de toda la mierda a la que podemos estar expuestos, la radiactiva es la peor.
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