Tras el monumental recibimiento que Hitchcock se da a sí mismo, suelta a su emocionado público una sonora bofetada por medio de un frívolo político que nos informa de que el Támesis volverá a estar limpio... Algo que es tan sólo el "lado amable" de una desindustrialización salvaje.
Y cuando vi la foto de los de Greenpeace brindando por el cierre de Garoña, no sé porqué, me picó una mejilla.
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