"Desde luego que la estancia en Durban resultó cualquier cosa menos discreta y, cuando el fraude terminó afectando a aseguradores británicos, Scotland Yard envió un par de sabuesos a Sudáfrica que descubrieron el pastel en pocas semanas; los autores del informe liberiano pudieron echar un vistazo a sus pruebas y las han calificado de “formidables”. Para empezar, un barco así suele descargarse en día y pico, no la semana larga que se tiraron dando el cante; por muy “holgazán” que fuera, un bombero de verdad habría hecho el trabajo en la mitad de tiempo entre siesta y siesta. Luego estaba el inefable Georgoulis, que no contento con alojarse dos noches en el “Royal Hotel” (cinco estrellas) acompañado de la esposa del electricista, estampó su firma en el registro; respecto a dicha señora el informe es contradictorio, pues en otro punto se la menciona como desembarcada en Kuwait: probablemente Georgoulis estuviera ayudándola a gestionar su viaje de regreso a Grecia, del que los ingleses también consiguieron pruebas documentales. Complementan el cuadro la firma y aclarafirmas del Capitán en el “recibí” de diversos suministros al “Lema”, varias llamadas telefónicas efectuadas a Grecia y Suiza, y, finalmente, la atención médica prestada a uno de los subalternos tunecinos. Y esto por no mencionar el indescriptible “trabajo” de rotulación sufrido por las amuras del petrolero, perfectamente apreciable en la foto que se acompaña y cuya contemplación puede herir la sensibilidad de los viejos contramaestres.
Aunque de calidad infame, esta foto resulta impagable y acompañaba el artículo de Basil South (ver bibliografía)sin ningún otro comentario. Aparentemente se trata del “Salem” sorprendido “in fraganti” iniciando la maniobra de descarga en la monoboya de Durban: los lectores avisados podrán apreciar que está casi a plena carga (compárese su calado con el de la foto anterior), lo que parecen dos mangueras pendientes del puntal del “Samson” de Er., el antiguo nombre (“South Sun”) bajo una capa de óxido y pintura y, finalmente, el abominable trabajo de rotulación que le ha reconvertido temporalmente en “Lema”. (Foto de autor desconocido)
Todavía más indiscreta fue la trifulca judicial montada por los armadores del buque, a los que uno hubiera supuesto cierta vocación de invisibilidad. Como hemos visto, el propietario de la Oxford Shipping Co. (aparentemente una naviera “de papel”) era Frederick Soudan, que la había adquirido el 27 de Noviembre mediante un acuerdo con accionistas y directivos que incluía la dimisión de los segundos y su propio nombramiento como presidente. También se estipulaba que ciertos documentos, libros y sellos (el “bastón de mando”) quedarían retenidos en fideicomiso “...pending the contingency of arrival at Durban and commencement of discharging a cargo of crude oil”, lo que permite suponer que (al menos en parte) el pago quedó pendiente de “ingresos en perspectiva”. En algún momento a alguien se le debió ocurrir alguna “mejora” del acuerdo porque, tras una Junta “especial” de Accionistas, el 24 de Diciembre los anteriores directivos comunicaron a las autoridades marítimas liberianas la destitución de Soudan y la reasunción de sus cargos. El cesado no les anduvo a la zaga y el 4 de Enero comunicó desde Suiza a dichas autoridades la pérdida temporal de documentos relativos a su propiedad y que, para evitar un posible fraude, hasta que los encontrara deberían denegar cualquier solicitud de cambio en el estatus de la compañía salvo que se efectuara en su “absoluta” presencia. Aquel mismo día Soudan presentó en la Corte Suprema del Estado de Nueva York una demanda por incumplimiento de acuerdo contra dichos directivos: según la declaración jurada presentada por sus abogados, Soudan debía comprar el “South Sun”, registrarlo a nombre de la Oxford Shipping Co. y, después, las acciones de dicha naviera debían serle revendidas; al parecer, los demandados pretendían ahora transferir las acciones a una tercera persona. También se presentó a la Corte copia de un acuerdo del 27 de Noviembre, pero firmado el mismo día que el “Salem” finalizó la carga, por el que Soudan se comprometía a pagar 300.000 dólares a una agencia (¿el precio de la “naviera de papel”?) “…on or about December 27, 1979, upon arrival of the vessel South Sun off Durban, South Africa…/…or any other discharge port”; otro punto estipulaba que el acuerdo estaba sujeto al transporte de un cargamento de crudo en dicho buque, su llegada a Durban y el comienzo de la descarga."
Luis Jar Torre
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