18.4.08

EL PAISAJE



Cómo cambia mi percepción de la realidad, y en concreto del paisaje, es un asunto que me sorprende siempre.

En la primera visita a un lugar recibimos la impresión del turista: superficial y llena de sublimidad. De ahí en adelante vamos "contaminándolo" con experiencias y conocimiento; vamos descubriendo el porqué de cada cosa. El paisaje va perdiendo magia y cobrando otra dimensión, no más real, pues la primera no lo es menos, pero sí complementaria. Para mí quizá lo más importante es que se "llena" de emociones, que van ocultando aquellas primeras, hasta hacerlas desaparecer, como si se tratara de una secuencia de sedimentos, que van cubriéndose unos a otros a medida que se depositan.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Algunas veces viendo tus fotos, pero sobre todo al leer este post, me he acordado de un texto que leí de John Berger ("¿Cuán veloz se puede ir?", de su libro "Siempre bienvenidos"). Es demasiado largo para copiarlo aquí, pero creo que puede interesarte, es -como casi todo lo que escribe- una invitación a mirar las cosas de otra manera...

JL. Seisdedos dijo...

Cómo cambia la mirada se puede ver también cuando repasas tus propias fotos. Hay una evolución de los intereses, de los puntos de vista, de los enfoques. Los aficionados al arte siempre estamos educando nuestra mirada. Es un aprendizaje que no tiene fin.

Muy buenas fotos en estas entradas.

Glo dijo...

Gracias, gin. Tomo nota para pedirlo por mi cumpleaños.

Gracias, Juan Luis.

Raquel dijo...

El tiempo es un factor importante. Como dices, a esas primeras impresiones van superponiéndose experiencias y conocimiento, pero es bonito mantener latentes aquellas primeras sensaciones que nos produjo.

Glo dijo...

¡Hola, Raquel!

Un saludo.

:)