20.2.09

BILBOA HEIGHTS



Algunos turistas parecen confundir el nombre de Bilbao con el de Lisboa, y en ocasiones se puede leer en sus crónicas algunos divertidos palabros como "Bilboa". Hoy estuve yo por los altos de "Bilboa", o "Bilboa Heights", otro palabro toponímico que he creado alterando el nombre del antiguo enclave colonial estadounidense en Panamá: Balboa Heights.



El día era templado y soleado, como suelen ocurrir muchas veces en invierno a orillas del Cantábrico.



Las mimosas y los eucaliptos en flor contrastaban con las especies aún dormidas.



Los primeros inmigrantes crearon barrios de viviendas autoconstruidas en las faldas de los montes que limitan Bilbao por el Norte y por el Sur, que fueron pronto atajados por promociones públicas, por desgracia no menos improvisadas.



Sólo ahora se intenta compensar los muchos errores de aquella época con la instalación de ascensores y el ensanchamiento y mejora de los viales de acceso.



Aún así continúa teniendo mérito vivir en estos lugares costaneros y montunos, que dada su proximidad a la "naturaleza" y sus vistas, en otras ciudades habrían sido ocupados por personas más pudientes.



2 comentarios:

Mertxe dijo...

Los niños de mi generación fuimos como 'últimos mohicanos' de la naturaleza 'a pie de casa'. Es verdad que Rentería estaba tomada por aquellos monstruos que envenenaban el aire, el agua y, naturalmente los pulmones; es verdad que las calles eran espantosamente feas y sin ningún tipo de concesiones a los transeúntes, es verdad, sí que lo es, pero resulta que a pocos metros del centro ya teníamos verdes campas, suaves colinas, montes magníficos, y toda la fragancia de la naturaleza nos compensaba en cuanto poníamos un pie fuera de la Papelera Española, la Esmaltería, la Alcoholera, y toda aquella legión de empresas y empresillas auxiliares que se multiplicaban a doblar cada esquina. Galtzaraborda y Beraun son dos barrios que surgieron para dar cobijo a la inmigracion, y se parecen mucho a los de estas fotografías. Se comieron las colinas, los árboles, aquel horizonte sobre la bocana del puerto de Pasajes. Todo es cemento, todo es gris... Menos mal que ahora también se han corregido muchos errores, pero a mí me siguen produciendo escalofríos cuando pienso en ellos. Y es que en mi cabeza siempre vivirá el sueño verde y fragante de Galtzaraborda y Beran, dos caseríos rodeados del 'esplendor de la yerba'.

Glo, guapísimo, que muy buenas tardes.

Glo dijo...

"Me interesa la ciudad, pero no me gusta", decía Antonio López en una entrevista publicada hace poco tiempo. Y es que no solemos ser capaces de crear un entorno físico grato para nosotros mismos. Es un fracaso para mi profesión. No hemos sabido estar a la altura de las circunstancias, y son los abogados quienes, desde hace tiempo, hacen ciudad... Y así nos va, claro.