14.5.09

ISLARES





La rápida pendiente produce vértigo y hace que el mar parezca inmenso y amenazador.



Ermita arruinada.



Casa entelada.



Prados al socaire del pequeño promontorio que los separa del mar.



Camino hacia el mar, por roquedales de caliza erosionada como si fuera de hielo, y cubierta de vegetación hasta donde lo permiten las olas y el viento.



Estos pasos los han abierto los caballos,



que también mantienen los prados a hierba.







Ahí se les ve paciendo.



El mar es inaccesible. La roca está socavada a la altura de la superficie del agua y más arriba se adelanta.



La piedra, horadada y afilada por la acción del agua de lluvia fría, hace cada vez más difícil avanzar, y como la orilla no promete más que peligro, regreso por donde he venido.







Islares es una localidad de Castro-Urdiales (Cantabria).

8 comentarios:

Trudy dijo...

Here it is really very beautiful
Grüsse, Trudy

Mertxe dijo...

¡Qué maravilla! Me he cogido de tu mano, Glo, no te digo más... (Y sonaba la Romanza de Bacarisse en mis oídos.)

JL. Seisdedos dijo...

Muy bellos paisajes, Glo. Sobre todo los senderos entre piedras.

Nómada planetario dijo...

Es un paraje muy especial, me hubiera gustado escaparme un ratito esta tarde.
Saludos enclaustrados.

Glo dijo...

Thank you very much, Trudy.

:)

Glo dijo...

¡Cuánto me alegro de que te haya gustado el paseo, Mertxe! Y como sucede siempre, unas pocas líneas tuyas abren una puerta que conduce a un universo nuevo. En este caso el de Bacarisse. Muchísimas gracias.

Glo dijo...

Bienvenido, Juan Luis:

Yo en las fotos de los senderos y en alguna otra, lo que más me gusta es la "promesa" del mar que me parece ver en ellas.

Un abrazo.

Glo dijo...

Nómada, ya sabes que aquí tienes un Cicerone de guardia para cuando quieras venirte.