Me encantan estas fotografías. No voy a soltar el rollo de siempre... pero es que me faltan esas malas milks del tiempo. (Y eso que andamos muy mohínos por el Mediterráneo..., pero no es lo mismo, no, qué va.)
Tomo nota. Si todo va bien, es seguro que me dedique a la cornisa cantábrica, tan mía y tan desconocida, pero, bueno, supongo que ahí caemos algunos incautos que se dejaron enamorar por otros paisajes más al sur, y no está mal, qué va, lo que pasa es que el amor... ya se sabe... obnubila... excluye...
Los pinos perdiéndose en la niebla... Probablemente una de las imágenes más características de esta tierra.
Laredo es uno de los lugares con carácter más definido que conozco. No es la típica localidad de vacaciones... o al menos no es solamente eso. Por su situación podría haber seguido de cerca los pasos de Benidorm... Pero este mar y este clima impidieron que cayera en aquellos excesos, y acotaron su época dorada a unos pocos años. Después se detuvo, se petrificó, apenas afectándole la fiebre constructora de la que ahora convalecemos, y que sí castigó localidades próximas. Así que hoy visitar Laredo es viajar treinta años en el tiempo.
6 comentarios:
Esas casas con el monte encima son impresionantes y muy propias del país.
Muy bueno el contraste entre la alegre caseta playera y el cielo gris.
Saludos cordiales.
Me encantan estas fotografías. No voy a soltar el rollo de siempre... pero es que me faltan esas malas milks del tiempo. (Y eso que andamos muy mohínos por el Mediterráneo..., pero no es lo mismo, no, qué va.)
Tomo nota. Si todo va bien, es seguro que me dedique a la cornisa cantábrica, tan mía y tan desconocida, pero, bueno, supongo que ahí caemos algunos incautos que se dejaron enamorar por otros paisajes más al sur, y no está mal, qué va, lo que pasa es que el amor... ya se sabe... obnubila... excluye...
Bon appétit, mon ami.
Los pinos perdiéndose en la niebla... Probablemente una de las imágenes más características de esta tierra.
Laredo es uno de los lugares con carácter más definido que conozco. No es la típica localidad de vacaciones... o al menos no es solamente eso. Por su situación podría haber seguido de cerca los pasos de Benidorm... Pero este mar y este clima impidieron que cayera en aquellos excesos, y acotaron su época dorada a unos pocos años. Después se detuvo, se petrificó, apenas afectándole la fiebre constructora de la que ahora convalecemos, y que sí castigó localidades próximas. Así que hoy visitar Laredo es viajar treinta años en el tiempo.
Merecería un estudio detallado.
Querida Mertxe:
He trastocado los comentarios. Siento la torpeza.
Yo sigo sorprendiéndome de encontrar cosas que no conocía en lugares que creía tener trillados... Soy un eterno turista de mi propia casa.
Un gran abrazo.
(jajaja... ya me parecía a mí... una anda despistá totá... pero tantooo... jis...)
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