18.1.10

COSTA VASCA



El domingo fuimos a pasear por la costa. La cara norte del monte Jata es un lugar poco visitado y en el embalse de la central no había un solo pescador, aunque se veían truchas saltando. La presencia del complejo nuclear resulta inquietante. Hay advertencias rotuladas en carteles, algunos nuevos y otros cuyo óxido hace dudar de su vigencia. Dicen que la zona tiene vigilancia "electrónica", pero las cámaras están oxidadas y las garitas de vigilancia, vacías. Antes se permitía pasar en coche, pero dos puestos de la Guardia Civil controlaban que los vehículos que entraban en el valle por un cabo salieran por el otro, y estaba prohibido parar. Ahora ya no hay vigilancia y la gente se detiene para sacar fotos. Pero todo es incierto, como en Stalker, de Tarkovsky:





Pensamos en volver con una caña el próximo fin de semana. Dudamos de tener competencia porque todo es tan truculento en este lugar, que seguramente la gente no es capaz de comerse lo que pueda pescar allí... Y quizá tampoco nosotros.

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