30.4.10

LAURISILVA CANTÁBRICA

Hace muchos miles de años, en el paralelo 43 el clima era subtropical. El mismo que encontramos hoy en el paralelo 28. Prosperaban los helechos, las lianas, y especies como las encinas se adaptaron a las nuevas condiciones, desarrollando hojas más grandes y oscuras, parecidas a las de los laureles. Después el clima cambió y esa espesa selva de plantas de hoja perenne quedó relegada a los lugares en los que la influencia del mar suavizaba las temperaturas y mantenía una mayor humedad. Quedó arrinconada. Se convirtió en relicta.

Cuando visité los bosques de La Gomera, en lugar del mundo exótico que esperaba, encontré algo familiar. Había recorrido 2.100 Km para encontrarme con el mismo paisaje del que procedía.



Aromático laurel (Laurus nobilis).



Hojas de encina (Quercus ilex ilex).



Hojas de madroño (Arbutus unedo).



Madeselva (Lonicera).



Encinar con especies caducifolias intercaladas.







Interiores de la espesura.



Tronco de encina, por el que trepa una hiedra (Hedera helix).

Las fotografías están tomadas en diferentes lugares entre Lekeitio y Guernika, en Vizcaya.

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Quienes tengan alguna noticia de este tema, les sonará que algo tiene que ver con Cataluña. El Quercion ilicis, que es como se denomina el bosque formado por las mencionadas encinas (Quercus ilex ilex) de hojas parecidas a las del laurel, y su cortejo, ocupa una importante extensión en el norte de la costa mediterránea peninsular.

A este respecto, recuerdo que en Pamplona, ciudad que cuenta con jardineros con muy buen criterio, decidieron arbolar algunas calles con encinas. Al fin y al cabo, la cuenca de Pamplona era, probablemente, un vasto encinar antes de que empezara a ser cultivado, y todavía son importantes las extensiones de encinas y de carrascas (especie próxima a la encina) que pueden verse en las zonas altas que no se destinaron al cultivo. Uno de los límites de la comarca es, precisamente, el puerto del Carrascal.

El caso es que, quien visite Pamplona, observará que las encinas tienen un aspecto algo distinto a las que se encuentran en los alrededores. Las urbanas son "ilex", mientras que las del entorno son "rotundifolia", lo que es consecuencia probable de la burocracia. La especie más próxima, "rotundifolia", resultó más difícil de conseguir que la más exótica, "ilex", de la misma manera que un jersey de lana de oveja merina es bastante más difícil de encontrar que uno fabricado en la india con lana neozelandesa. En el caso de las encinas pamplonicas, es muy probable que, al hacer la contratación de la plantación, los ejemplares de mejor tamaño, los más económicos, o ambas cosas a la vez, fueran aquellos que se cultivaban en viveros de Cataluña.

El asunto no tiene importancia, pero el resultado es que quedó truncada la intención primera de utilizar una planta local.



Hos hojas de encina: de la subespecie "ilex" la de la izquierda, y de la subespecie "rotundifolia" (también llamada "ballota") la de la derecha.

2 comentarios:

Mertxe dijo...

Gran lección. Me archivo la documentación gráfica, y desciendo...

Glo dijo...

Gracias, Mertxe.