La comarca de Pamplona me ha gustado siempre como paisaje. El otro día, después de la tormenta, llegué temprano. El aire era transparente, el cielo había quedado limpio de nubes, y la nieve y la luna brillaban en él, puramente minerales.
Últimamente tengo la fantasía de construirme allí una casa. En Ibero. No rehabilitar una de esas oscuras y frías casonas medievales, sino construir "ex novo" una domus romana, o una casa griega: en planta baja, con patios, con gloria...
Cerca de la iglesia arruinada
Allí, arriba, entre el Arga y el Arakil.
2 comentarios:
Esa nube parece la península ibérica.
Qué casa! Yo también quiero una así.
Saludos.
Es cierto: tiene empaque.
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