"... Las pruebas realizadas con armas nucleares en la atmósfera, junto con las emisiones de las plantas de reprocesamiento de residuos nucleares y el trágico accidente de Cherno- byl han dejado una profunda huella en el hielo del Polo Norte. Ésta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos españoles de la Universidad Autónoma de Barcelona, dirigidos por el profesor Pere Masqué. Este investigador ha deducido que, en el caso de las pruebas nucleares en Siberia, el plutonio se ha trasladado -adherido a las masas de hielo- a lo largo del Océano Ártico hasta el estrecho de Fram, entre Groenlandia y las islas Spitsbergen. Allí se incorpora a las aguas del océano Atlántico y se acumula en los sedimientos del fondo marino.
El grupo del profesor Masqué analizó muestras sedimentarias de esa zona, que fueron recogidas a bordo del buque oceanográfico Polarsten. De esta forma han podido detectar pequeñas cantidades de plutonio, que les han permitido trazar el recorrido del material radiactivo desde su origen.
El plutonio es un trazador particularmente útil en estos procesos, ya que sus fuentes se pueden identificar por razones isotópicas características que dependen del origen. Según estas investigaciones, parte del plutonio generado durante las pruebas nucleares de 1963 en Siberia quedó atrapado en el hielo que cubre el Ártico..."
El grupo del profesor Masqué analizó muestras sedimentarias de esa zona, que fueron recogidas a bordo del buque oceanográfico Polarsten. De esta forma han podido detectar pequeñas cantidades de plutonio, que les han permitido trazar el recorrido del material radiactivo desde su origen.
El plutonio es un trazador particularmente útil en estos procesos, ya que sus fuentes se pueden identificar por razones isotópicas características que dependen del origen. Según estas investigaciones, parte del plutonio generado durante las pruebas nucleares de 1963 en Siberia quedó atrapado en el hielo que cubre el Ártico..."
Leído en este artículo del ABC de 2004.
El artículo apunta a la antigua Unión Soviética, pero Fukushima ha obturado el cañón y hace salir el tiro por la culata. Y los perdigones nos alcanzan a todos.
El último párrafo es interesantísimo y conviene recordarlo.
El último párrafo es interesantísimo y conviene recordarlo.
No obstante, el señor Masqué no necesita gastar el dinero público en ir hasta el Ártico para encontrar plutonio y otros elementos radiactivos. Sin salir de casa, en el agua del Ebro, podrá encontrarlos en "cantidades legales". También puede encontrarlos en la universidad complutense de Madrid.
2 comentarios:
Estimad@ Glo,
Me llegó el link a vuestra entrada sobre este artículo en ABC de hace unos años, en el que habla de un trabajo de investigación que realizamos. Lamentablemente, el redactor del periódico resumió la noticia de forma que llamara la atención, sesgando lo que, a mi parecer, era realmente interesante de la investigación. No se trataba de ir al Ártico a buscar plutonio. Si estuviera interesado puedo hacerle llegar información más detallada al respecto de este y otros trabajos relacionados en el Ártico. También más recientemente hemos llevado a cabo algunos estudios sobre las emisiones derivadas del accidente de Fukushima.
Cordialmente,
Pere Masqué
Estimado señor Masqué,
Le agradezco su intervención en este blog. He tenido alguna experiencia poco satisfactoria con artículos periodísticos, lo que debería haber motivado una actitud más prudente por mi parte.
También le agradezco su amable ofrecimiento acerca de la información acerca del accidente de Fukushima. Ante la escasa, contradictoria y en ocasiones falseada información disponible, aquella fiable, procedente de personas con formación y criterio (ingenieros, biólogos, médicos, etc.) es un verdadero tesoro.
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