Se cuentan varias historias del mar de Salton. Lo que parece cierto es que originalmente era un salar, destino final de las aguas de una cuenca endorreica que los agricultores habían conseguido cultivar en gran parte, eliminando de alguna manera la sal del terreno. El clima de la cuenca es desértico, así que los ríos tributarios aportaban tan poca agua, que se desvió parte de la del río Colorado, distribuyéndose por medio de canales de riego.
Lo que sucedió en 1905 parece que tuvo relación con una importante crecida del río Colorado, que terminó afectando los canales que regaban el valle. Así, a pesar de no pertenecer a la cuenca del Colorado, la cuenca del Salton sufrió una fuerte inundación, que anegó las zonas más bajas, cultivos y granjas incluidos.
El clima desértico invitó a creer que el agua terminaría por evaporarse tarde o temprano, como se sabe sucedió en varias ocasiones en el pasado, pero hoy, pese a las fluctuaciones de nivel, Salton sigue siendo una gran extensión de agua salada. Sus problemas son los mismos que los del mar de Aral, por ejemplo: creciente salinidad y creciente contaminación causada por los productos químicos utilizados en la agricultura. Al parecer, existe incluso un plan similar al mar de Aral, que consiste en dividir el Salton en dos: una parte desaguaría en la otra, que se libraría así de parte de la contaminación y del exceso de sal.
Las imágenes son del fotógrafo Richard Misrach, y correponden a períodos en los que el nivel de las aguas es más alto. Al parecer, hubo una época en la que el lago suministraba pesca, e incluso atrajo turismo, lo que propició la aparición de algunas construcciones e instalaciones, cuyas ruinas son las fotografiadas por el californiano.
3 comentarios:
¿Y no se ha convertido ya en un vivero de bacterias?
Lo que no pueden mostrar las fotografías es el hedor de lo que, en definitiva, es un enorme colector de mierda.
Acerté.
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