ad vigilias albas.
- ¿Porqué no anochece?
- Mira si quieres, por algún lado saldrá la luna nueva.
- Todos miran qué vas a hacer
y tú miras a la gente que te mira.
Las miradas describen un círculo angosto
imposible de romper.
Si alguien naciera el círculo crecería
si alguien muriera el círculo mermaría,
pero tan poco y para tan poco.
Los otros cuatro sentidos también siguen la misma
geometría.
Si amáramos se rompería el círculo,
cerraríamos los párpados un instante.
Pero no podemos amar.
Eran hermosos tus ojos pero no sabían dónde mirar
y cuando dijiste que nos fuéramos porque empezaba
a oscurecer
te volviste y miraste mis ojos, entonces un murciélago
echó a volar describiendo triángulos...
El gramófono ha vuelto a empezar.
Nuestros propios murciélagos ahora
describen círculos que se estrechan a medida que vuelan
de una persona a otra, nadie esquiva
a otra persona.
La vida es rica porque somos muchos
y todos los mismos.
La vida es rica porque hemos encontrado máquinas perfectas
cuando nuestros sentidos pierden su vigor.
¡Hermanos, hemos repartido el pan y la fatiga!
Nadie tiene hambre, nadie aguanta más
y somos todos de la misma talla. ¡Miradnos!
Os estamos mirando. ¡Y nosotros! ¡Y nosotros! ¡Y nosotros!
No hay nada más allá
- Sin embargo, a la mar
no sé que la hayan vaciado.
Yorgos Seferis/ Pedro Bádenas de la peña
No hay comentarios:
Publicar un comentario