X
Mares vacíos, barcos vacíos, cabezas incapaces,
almas atrapadas en la tela de la gran araña-
XI
Oíste el grito desgarrado de la aurora:
"Recuerda, padre, el baño donde te asesinaron".
No sólo en la colmena de tumbas llenas de tesoros
sino también aquí en los barrios de cines en vela,
en el parque de la ciudad sumido en la noche,
en Síndagma, delante del Soldado Desconocido:
¿cuántos minutos de silencio vale una vida?
"Recuerda, padre, el baño donde te asesinaron".
Sólo la sangre podrá regar la vida y el ruiseñor,
cuando cante su deseo tras de rejas bien cerradas
(distraído, cabizbajo, pasa por la calle un condenado,
por todos, a muerte)
para los niños que mañana vendrán a jugar
con nuevos sonajeros-
XII
A veces brillan colores de figurines teatrales
que apenas recordamos-
Yorgos Seferis/ Pedro Bádenas de la Peña
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