Imagen encontrada aquí.
En la geografía en la que vivo (Cantábrico oriental y cabecera del valle del Ebro) el espino cumple las mismas funciones de los árboles de las dehesas. Y eso a pesar de que su naturaleza de arbusto de tamaño más bien reducido no le permite dar mucha sombra. No hay prado que no tenga un ejemplar suelto en su mitad o en sus lindes.
En Campoo se dice de él que no "atrae" los allí tan temidos rayos.
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