Mies van der Rohe, Rachmaninov, Hitchcock, Neutra... buenos profesionales en sus lugares de origen, al llegar a Estados Unidos se asesoran y aprenden a promocionarse haciéndose publicidad. Algo desconocido entonces en Europa. Se convierten en mitos. Como contrapartida, las críticas a su actividad pierden objetividad, y terminamos considerando obras poco valiosas de estos autores, que en otros momentos de sus carreras habrían sido desdeñadas por ellos mismos. Incluso esas mismas estrellas rutilantes hacen que nos pasen desapercibidas excelentes obras que tenemos a la vuelta de la esquina.
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