Este me parece uno de los mejores retratos de Schnittke, quien, por mor de algunos detalles que dinamizan la imagen (su posición, no del todo centrada en la foto; su leve estiramiento como para alcanzar esa posición; la forma de su cabello a ambos lados de la cabeza, que sugiere un movimiento contrario (de escape) al antes sugerido; la boca entreabierta; y los ojos muy abiertos y atentos), parece estar a punto de decir algo... o incluso, estar cantando.
Alguien (yo mismo, incluso) pensará que es producto de mi imaginación calenturienta.
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