(Gráfico encontrado en este informe).
El canal de San Gonzalo comunica las lagunas de los Patos y Merín. Es un canal natural en el que la dirección de la corriente es variable, dependiendo de la altura relativa del agua en una y otra laguna.
En un principio me resultó chocante esa formación lineal similar a un río, pero después he caído en que en realidad hay que considerar las lagunas de los Patos y Merín como una sola laguna paralela a la costa, de la que el canal de San Gonzalo es un mero estrechamiento. Y es que toda esta costa atlántica de Sudamérica es un tira y afloja entre el agua y la arena, siendo las corrientes marinas y el viento los motores de los cambios.
El canal, por tanto, parece una resulta: en el ámbito del canal de San Gonzalo la arena ha venido acumulándose, junto con los sedimentos del río Piratiní, principal afluente del canal, colmatando la laguna costera. Pero eso no ha bastado para interrumpir el fluir del agua, que se ha sobrepuesto a la acumulación de depósitos.
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También podría entenderse el canal de San Gonzalo como una prolongación variable del río Piratiní, que desembocaría a veces en la laguna de los Patos, y a veces en la laguna Merín.
(Fotografía encontrada aquí)
En primer término, en un azul más oscuro, el agua de la laguna de los Patos. En segundo término, en un azul grisáceo, el agua de la laguna Merín. Entre ellas, la esclusa del Centurión, que impide el flujo desde la primera (salobre), a la segunda (que ha devenido dulce).
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