Úrsula Strauss y Wolf Bachofner dan vida a los personajes protagonistas de Schnell ermittelt, una serie policíaca que comenzó muy a la moda, pero a la que los guionistas han venido dando un sesgo surrealista que la ha rescatado del envejecimiento y la monotonía.
El género policíaco, uno de los refugios actuales del cine, permite abordar cualquier aspecto estético con facilidad, partiendo de una realidad sencilla y económica: dos personajes dialogan, asomados sobre la tragedia, acerca de cualquier asunto de la realidad. Un mirador desde el que se pueden contemplar múltiples paisajes.
Y no solamente confluyen aspectos estéticos en estos productos, sino también políticos, sociales y económicos, como la promoción turística, el apoyo a determinadas campañas partidistas, etc. Parece un producto apetecible para pequeñas y medianas promociones, que parecen constituir una parte no poco importante de la influencia del poder en la gente, aunque muy por detrás de otros productos mediáticos.
Schnell ermittelt, por su parte, remite discreta pero constantemente al pasado imperial austro-húngaro, motivo por el que me interesa.
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