Llevo tiempo pensando en edificios kitsch, pero creo que no hay; o al menos no tan puramente kitsch como este escaparate de una tienda de "chinos" en Tribunal (Madrid). Cristos rodeados de angelitos y flores conviven con Budas felices, lámparas de lava, carpas gigantes, imágenes de la Santísima Virgen María, elefantes barritando, Cristos entronizados y gatos de la suerte; todo en materiales de inefables colores, y "falsos" en tanto que imitan otros. Una mezcolanza abrumadora.
3 comentarios:
¿Te sorprende que en las tiendas de los chinos se de esto y más?
Todo es puro pasteleo y baraterío para lo que he bautizado como los 'compróbatas' = compradores compulsivos.
Saludos.
Soy devota del Kitsch...
Me asombra y me da morbo.
(JAJAJAJAJA)
Antes, en mis entradas antiguas, tenía una que abordaba el gastrokitsch. No era ficción sino una enumeración de platos y bebidas Kitsch.
Pero una narración en torno al tema no estaría mal.
besos
Estoy de acuerdo contigo, nómada. El problema es que creo que la realidad nos está superando a los dos, pues de forma bastarda del arte, o arte falso, el kitsch ha ido evolucionando y ganando reconocimiento en el mundo del arte, llegando a ser un "movimiento serio".
Mil orillas:
Me alegra que conozcas el kitsch, porque a veces hago comentarios acerca de esa estética y me satisface saber que tendré opiniones autorizadas sobre ella.
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