En primer término, un Ruscus aculeatus. Una de las pocas plantas autóctonas que goza del favor de los jardineros.
Entrada al semisótano. La del tiesto es una hortensia (Hydrangea hortensis).
Dos bonitos arbustos en tiesto mediando: el de la izquierda es un boj (Buxus), y el de la derecha, un granado (Púnica granatum), con un pequeño fruto.
Plátano (Plátanus x hispánica) bien podado en la gran vía.
Camelia (Camellia japónica) con alguna deficiencia de alimento. En concreto parece clorosis (falta de hierro).
Humilde y muy socorrido Aligustre (Ligustrum vulgare).
Este siempre me recuerda los baobab de El Principito. Es una Crássula arborencens.
Y esta sé que es una planta muy apreciada en climas más secos: pendientes de la reina o Fucsia. Aquí se da facilmente y eso hace que se estime menos.
Sería inconcebible la casa andaluza sin una imágen de la Virgen y unos geranios (en este caso gitanillas (Pelargonium peltatum)).
Romero (Rosmarinus officinalis) florecido.
Y finalmente, una palmera canaria (Phoenix canariensis).
3 comentarios:
¿cómo sabes los nombres científicos?
¿Estudiaste fitología?
El BAobab...me encanta. Me quedo con él!
Hubo un tiempo en que diseñaba jardines... Pero mi afición viene de antes; de cuando fui a estudiar a Pamplona y quedé fascinado por sus parques. Es una ciudad con buenas cabezas al frente de su equipo de jardineros, y tanto el clima como la luz, son muy favorables. Entonces no podía tener un jardín (tampoco ahora, jajaja) pero deseaba "apropiarme" de esa belleza que veía; así que en lugar de "comprarla", decidí poseerla de otra manera: aprendiendome los nombres de las plantas.
Sí.
Las palabras son la llave de todo.
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