VÍCTIMAS COLATERALES

Hace un par de días leía un artículo en El Correo sobre la intención del ayuntamiento de Barakaldo de publicar los nombres de los maltratadores de mujeres. El autor comentaba, entiendo que con acierto, que maltratar a la pareja de uno es un acto execrable, pero que había otros muchos delitos tanto o más graves que ese (el asesinato, la pedofilia, la violación...), y que puestos a exponer públicamente los nombres de los (o las) autores, nos íbamos a ver retrocediendo a tiempos menos afortunados, en los que se hacía escarnio público de los reos.

Hasta aquí estoy completamente de acuerdo, pero creo que es necesario añadir algo más. Porque el autor del artículo, y sobretodo, las autoridades municipales que han ideado la medida y pretenden llevarla a la práctica, se olvidan de lo que los estadounidenses han venido en llamar "víctimas colaterales". Porque, como en toda guerra (ésta es la de sexos), la histeria se apodera de la gente y no somos capaces de ver más allá de la clasificación demagógica y simplista habitual "buenos-malos" ("mujer-hombre"), fomentada por políticos que pretenden sacar tajada de la situación. Nadie se ha parado a pensar en lo que puede sentir un niño al ver la cara o el nombre de su padre expuesto en la vía pública; y no digamos si es un adolescente... ¿Sus sentimientos y el escarnio a que será sometido no cuentan?