Contemplar estas fotografías de Ortiz Echagüe me produce una fuerte impresión.
Me evocan la emoción que muchas veces sentí en mis viajes por España.
Son una auténtica revelación. La de un pasado palpitante y verdadero del que casi nadie ha querido asumir como suyo.
Unos, porque nos relaciona de manera evidente con África. Otros, porque habla de una miseria de siglos con la que nadie quiere tener nada que ver. Y aún habrá quien sólo vea en su autor alguien relacionado con el Opus Dei.
También me resulta emocionante la paradoja de que el mismo hombre que tomó esas fotos tenga también que ver con estos edificios construidos en Barcelona, casi en la "cresta de la ola" en su momento. Son encargos suyos, como fundador y presidente de SEAT, a los arquitectos César Ortiz-Echagüe (que era hijo suyo) y Rafael Echaide.
La unión de ambos universos es el reflejo de la España de entonces, que se estaba abriendo estéticamente por influencia de Estados Unidos. La inspiración en este caso procede de la obra de Mies van der Rohe, arquitecto de origen alemán nacionalizado estadounidense.
Estos edificios han de relacionarse con las imágenes de más arriba, y no con el mundo de hoy. De otra manera no se capta todo lo fascinante que resultaba esa arquitectura en el momento en que fue creada.
2 comentarios:
Excelente entrada, Glo. Reflexiones interesantes. Las fotos, extraordinarias.
Un abrazo
Gracias, Juan Luis.
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