No sé el tiempo que hace que no se veía un día de sol como el de hoy. Tomé estas fotos en Carranza, el municipio más occidental de Vizcaya. Al fondo de la segunda, nevados, los montes de Ordunte, que separan este valle del de Mena, en Burgos.
Pasar a Cantabria desde Carranza es mucho menos difícil. Sólo hay que seguir el curso del río Carranza, que tras atravesar un no muy estrecho desfiladero, se ensancha de nuevo en Riancho (como describe el topónimo), municipio de Ramales. Es el camino menos accidentado, y el que sigue el tren de la línea de FEVE que va de Bilbao a Santander. Acceder al valle por él me supone un rodeo, pero merece la pena porque las carreteras son mejores.
El río Carranza desemboca en el Asón, que un poco más al norte y un poco más abajo, comienza a serpear por un lecho ancho y llano cubierto de pastos, para desembocar finalmente en la ría de Treto. Bello, muy bello...
Pasaron ante mis ojos dos trenes, algún rebaño de lachas y un palacio abandonado, pero no los registré con mi cámara. Me falta humor.
Pasar a Cantabria desde Carranza es mucho menos difícil. Sólo hay que seguir el curso del río Carranza, que tras atravesar un no muy estrecho desfiladero, se ensancha de nuevo en Riancho (como describe el topónimo), municipio de Ramales. Es el camino menos accidentado, y el que sigue el tren de la línea de FEVE que va de Bilbao a Santander. Acceder al valle por él me supone un rodeo, pero merece la pena porque las carreteras son mejores.
El río Carranza desemboca en el Asón, que un poco más al norte y un poco más abajo, comienza a serpear por un lecho ancho y llano cubierto de pastos, para desembocar finalmente en la ría de Treto. Bello, muy bello...
Pasaron ante mis ojos dos trenes, algún rebaño de lachas y un palacio abandonado, pero no los registré con mi cámara. Me falta humor.
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