Esta vista parcial del palacio de Narros (Zarauz) tiene un aire morisco, que debido a su proximidad al mar, y por mor de un cortocircuito mental, se convirtió en "un aire marisco".
El de Narros es un magnífico palacio del XVI. Se encuentra a pie de playa y a estas alturas continúa siendo de propiedad privada; situación que me resulta fascinante por parecerme que exige a los propietarios un especial "estado de gracia" económica y política. Como el que disfruta aquel obispo felizmente casado con una brasileña, que bien podía decir lo que el cardenal de Toledo: "no me llamo Ana Lorenza, sinó Tomás de Lorenzana y haré aquí como en Sigüenza lo que me dé la gana".
Maravilloso día de playa el de ayer. El mes de agosto es el de las mareas más vivas, así que durante la bajamar la extensión del arenal era enorme, para deleite de los más pequeños, que se divierten muchísimo en las charcas.
... Claro que depués de la bajamar llegó la pleamar, que en la playa de Zarauz supone la desaparición de la arena en su extremo occidental.
2 comentarios:
Soy de 'ojo seco' pero he sentido escozor en los ojos. Zarauz fue el teatro de muchas emociones, una playa frecuentadísima por mi cuadrilla, me gustaba sobre todo en los setenta y allí me encontré, por esas calendas, un tesoro.
Buenos días, Glo, lluviosos, fresquitos y evocadoramente cantábricos.
Para mí esa época de mi vida supone un verdadero paraíso perdido.
Un saludo, Mertxe.
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