Hoy he tenido la suerte de que me ha tocado salir.
Aunque el día comenzó con un buen chaparrón que me pilló en Basurto,
Cuánto habré fatigado la avenida de Alfredo Baeschlin, y nunca me había llegado hasta la interesante iglesia renacentista de San Torcuato y su entorno, que a mi entender ha sido reformado con gran acierto.
Aunque el día comenzó con un buen chaparrón que me pilló en Basurto,
ha terminado en una tarde perfecta, de cielo cuajado de nubes aborregadas y brisa fresca.
Cuánto habré fatigado la avenida de Alfredo Baeschlin, y nunca me había llegado hasta la interesante iglesia renacentista de San Torcuato y su entorno, que a mi entender ha sido reformado con gran acierto.
6 comentarios:
Suerte que tienes de pasar fresco en un paseo, aquí te derritirías como un cubito de hielo en el desierto del Líbano.
La restauración de la iglesia ha respetado bastante el original.
Saludos.
Los vizcaínos somos fáciles de reconocer en otros lugares: somos los que estamos a la sombra.
Lo que comentas de las autopistas de peaje francesas es tan cierto, que el resto de vías de comunicación son una verdadera birria, al objeto de que te aburras y te pases a las de pago, para evitar cien mil rotondas, cruces, travesías urbanas y limitaciones de velocidad a porrillo.
Llena el tanque antes de salir de España, tienen el gas oil a 1,30 o así.
Buen viaje.
Gracias, nómada.
Hermoso paseo. Y magnífica San Torcuato.
Y es una pena que con la fotografía no se pueda captar el frescor del aire, o la soledad y el silencio de la hora de la siesta...
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