Todo el mundo parece haberse empecinado en desvincular a Shostakovich de la Unión Soviética, algo que se ha convertido ya en un estúpido lugar común y que me resulta completamente artificial.
No hay necesidad alguna de hacer de él un héroe descafeinado de no se sabe qué resistencia. Shostakovich fue un músico de su momento y de su sociedad, de cuyas ventajas se aprovechó, y con la que tuvo que bregar, más o menos como cualquiera. Incluso diría que son sus ambigüedades las que lo hacen más verosímil y atractivo.
No hay necesidad alguna de hacer de él un héroe descafeinado de no se sabe qué resistencia. Shostakovich fue un músico de su momento y de su sociedad, de cuyas ventajas se aprovechó, y con la que tuvo que bregar, más o menos como cualquiera. Incluso diría que son sus ambigüedades las que lo hacen más verosímil y atractivo.
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