AFLIGIDA
En la roca de la paciencia
estabas una tarde sentada
las niñas de tus ojos
reflejaban el dolor;
y tenías en los labios ese rictus
desnudo y tembloroso
cuando el alma se vuelve molinete
y faltan los sollozos;
y tenías en tu mente la causa
que arranca el llanto
y eras un cuerpo que de su origen
vuelve al fruto;
pero tu corazón lacerado
no gritó y convirtióse
en el sentido que un cielo estrellado
ofrece al mundo.
De Estrofa
Yorgos Seferis/ Pedro Bádenas de la Peña
4 comentarios:
Mientras voy siguiendo Estrofa también recurro al recuerdo (ahora reavivado con César Antonio Molina). Leo esto: "En 1931 publica Estrofa, de la que [...] tiró 150 ejemplares. En 1939 aún había existencias. Seferis se consolaba recordando lo que le dijera Michaux: "el hombre que tiene tres lectores es un verdadero escritor".
La lectura de Séferis me fue sugerida por un profesor a quien admiraba. Sus imágenes me parecía que encajaban en aquel contexto profesional y docente; en aquel paisaje, último del Atlántico y primero del Mediterráneo.
La mayoría de los libros que reinan en mi biblioteca son también recomendaciones de profes. Salvo uno, que siempre estuvo en casa de mis abuelos y luego en la mía. Eran poemas de Lorca.
En mi caso eso era más raro, porque el mío no es un mundo que gire entorno de la palabra escrita, aunque sí, necesariamente, de la palabra dicha. Y es que tenemos tan poco tiempo...
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