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Naveta des Tudons.
Las construcciones funerarias son las casas de los muertos, pero los vivos moraban enterrados en cuevas, así que la confusión estaba servida en la mente de los seres humanos desde el principio. Desde un principio hubimos de hacer abstracción: el muerto, ¿nos acompaña a los vivos en la cueva enterrado en ella, o tiene una cueva (que puede ser una tinaja) exclusiva para él?; si le dedicamos una cueva, ¿excavamos la montaña o construimos la montaña?; si partimos del enterramiento, el muerto, ¿desaparece en una tierra cubierta de piedras, o la habita junto a sus cosas? En este último caso necesitará de, al menos, una estancia... como la de los vivos, con una puerta, y quizá, una ventana, o un tragaluz.
El resto, es mera adición y complicación:
Si se oficia alguna ceremonia, el espacio habrá de tener alguna dignidad... Y el túmulo, ¿no requerirá de piedras tanto mayores cuanto mayor sea la importancia del muerto?, ¿y por qué no aparejar o incluso tallar esas piedras?. Y en la cima, ¿no podrá oficiarse una ceremonia?...
El resto, es mera adición y complicación:
Si se oficia alguna ceremonia, el espacio habrá de tener alguna dignidad... Y el túmulo, ¿no requerirá de piedras tanto mayores cuanto mayor sea la importancia del muerto?, ¿y por qué no aparejar o incluso tallar esas piedras?. Y en la cima, ¿no podrá oficiarse una ceremonia?...
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