Cuando alguien construye un pórtico no lo hace (sólo) para contemplarlo, sino para estar en él y mirar desde él.
Es decir:
Es decir:
Esta vista está muy bien: es la del recibimiento. Pero...
ésta es la vista del día a día. Es la de los muchos momentos que sus ocupantes pasaban contemplando el cuarto lado del santuario; aquel que no cansa mirar: el de la naturaleza (rocas, plantas, sol...)
Fotografías encontradas aquí.
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