Demasiado pequeña, demasiado grande, difícil de mantener, difícil de dividir, difícil de transmitir como herencia, cara de comprar, cara de vender, cara de heredar, difícil de comunicar, con problemas de convivencia, con problemas de privacidad, con problemas de hacinamiento, motor de las diferencias sociales, medio de control y extorsión por parte del poder...
Fotografía encontrada aquí de un contenedor habilitado como vivienda. En tanto que es entusiasta, el autor del artículo se equivoca. Y se equivoca porque es cierto que físicamente necesitamos muy poco para vivir, pero eso no es suficiente: también necesitamos una circunstancia muy compleja para poder vivir de una manera así de sencilla. Y es que alguien debe pagar la electricidad del aire acondicionado, la cocina y el calentador de agua; y es necesaria una traída de agua potable, y una recogida de basuras... Y algo habrá que comer, por lo que habrá que ir a comprarlo... Y habrá que calzarse, vestirse, comprar útiles de cocina, jabón, lejía... Y habrá que ir a trabajar para ganar el dinero... Y los recaudadores de impuestos patrullan como carnívoros hambrientos esperando sorprenderte cazando (algo prohibido si no has pagado previamente), recogiendo sagradas plantas silvestres (actual mandamiento de la religión del ambientalismo), recogiendo basura (está prohibido)... Y cuando vuelvas, alguien lo habrá saqueado...
En definitiva, falta el sistema, del que nos exigen que formemos parte en calidad de esclavos. Adiós a Robinsón Crusoe; adiós a vivir en y de la Naturaleza: eso queda reservado a cierta parte de la sociedad, de la que, desde luego, no forma parte el habitante de este contenedor. Este contenedor es una fantasía, siendo que lo más parecido dentro del sistema será esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario