Este año estuve en Santoña por primera vez en mi vida, y no sé exactamente por qué, pero me pareció un pueblo con una atmósfera un poco triste. No me gustó...
Pues yo he tenido que ir muchas veces. Siempre por trabajo. Eso marca el carácter de la visita. La "inserta" en la vida cotidiana. Y para mí lo cotidiano tiene casi siempre un sabor agradable. Los días de entre semana cobran vida lugares desiertos en festivo.
Además, tantas visitas me han ido permitiendo descubrir detalles que me habían pasado desapercibidos. Y a ello ha colaborado la parte descriptiva de los informes que tengo que redactar.
No sé si será por deformación profesional, pero toda ruina ejerce sobre mí una fascinación irresistible. Nos ponen delante aquello que no sospechábamos llevar dentro.
4 comentarios:
Este año estuve en Santoña por primera vez en mi vida, y no sé exactamente por qué, pero me pareció un pueblo con una atmósfera un poco triste. No me gustó...
Pues yo he tenido que ir muchas veces. Siempre por trabajo. Eso marca el carácter de la visita. La "inserta" en la vida cotidiana. Y para mí lo cotidiano tiene casi siempre un sabor agradable. Los días de entre semana cobran vida lugares desiertos en festivo.
Además, tantas visitas me han ido permitiendo descubrir detalles que me habían pasado desapercibidos. Y a ello ha colaborado la parte descriptiva de los informes que tengo que redactar.
Gracias, en cualquier caso, por la tuya.
El primero es fantástico. Es como un muerto de pie, un recuerdo empeñado en permanecer, el pasado presente contra viento y marea.
No sé si será por deformación profesional, pero toda ruina ejerce sobre mí una fascinación irresistible. Nos ponen delante aquello que no sospechábamos llevar dentro.
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