El mar de Aral, contrariamente a lo que sucede con el mar de Salton, no tiene opciones por lo que respecta a la salinidad de sus aguas. El antiguo mar de Aral tenía una salinidad de 10 g/l, según nos informan en este estudio. Si desea conservarse su funcionalidad ecológica, esta salinidad debería conservarse, al menos en parte de la masa de agua. Este otro informe, por el contrario, refleja un descenso de la salinidad en los restos que han tratado de conservarse. Parece que, a pesar de la proximidad de la desembocadura del Sir Daria al aliviadero, el lavado de sales resulta ser muy eficiente, lo que terminará por convertir el resto del mar en un lago de agua dulce; una prolongación no deseada del propio Sir Daria.
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