Berlanga de Duero. Fotografía de Ortiz de Echagüe.
"... Cuando se acerca el fin, ya no quedan imágenes del recuerdo; sólo quedan palabras..." decía Borges al final de "El inmortal". De Joseph Carthapilus, como de cualquier personaje, sociedad o cosa del pasado, sólo nos han quedado apenas palabras, asimilables a ruinas, que cambian a gusto y criterio del que traduce, transcribe, interpreta... Pero no sólo me asalta ese escepticismo cuando leo sobre aquello que se tragó el tiempo y de los que apenas ha llegado una sombra, sino también la esperanza que me proporciona Yorgos Séferis cuando dice que "... las estatuas no son reliquias, somos nosotros...", lo que para mí no significa sólo que existe un parentesco entre aquel pasado y este presente, sino que existe una identidad entre aquellos hombres y yo mismo, que me inspira y legitima como coautor de esas ruinas que mantengo vivas, como si de una hoguera infinita se tratase.
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