Sigo aquí, querido amigo:
Es verdad que toda moderación es buena, pues como bien decía Buda, nuestro señor, la virtud se encuentra en la senda media. Pero el cambio climático (si es que tal cosa existe) no se detiene con ese tipo de medidas.
Ya comentamos todo esto en una entrada en la que hablábamos de la burla que supone achacar todo este asunto a los pedos de las pobres vacas. Pero el origen del problema se encuentra solamente en el hecho de que hemos liberado el carbono que las plantas tardaron millones de años en fijar, y que los Homo sapiens encontramos en forma de carbón y petróleo. Siguiendo la lógica de esta hipótesis, la única medida válida consistiría en devolver el carbono liberado a sus depósitos originales.
Como puede colegirse, eso de crear de nuevo carbón o petróleo y guardarlos en las entrañas de la tierra, es una operación imposible de llevar a cabo en una salvaje economía de mercado como la que nos hemos impuesto, cuyo fundamento es la idea de que la tierra es plana e infinita.
La decisión de utilizar energía (que no proceda, evidentemente, de los combustibles fósiles) con el fin de fijar el carbono atmosférico supone una mentalidad y una estructura social y económica que en estos momentos no existen, y es una labor que solamente se puede acometer a gran escala y por parte de las administraciones públicas. Y hasta que llegue esa toma de conciencia y el consiguiente compromiso, todo va a ser maquilar el asunto y echar balones fuera ( si no es que el calentamiento es una mentira más).
El resto son medidas que afectan al ciclo del carbono, que es un proceso completamente independiente y con el que no se soluciona el problema del calentamiento global.
Un saludo.
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