Resulta curiso el bote verde, en Andalucía a ningún pescador se le ocurriría usar este color por pura superstición, para ellos el verde trae mal fario. Cosas de la gente que depende mucho de factores impredecibles. Saludos.
Ya se ve que el color las diferencia, pero hay otra cosa que une las embarcaciones de ambos lugares: el ojo de Horus, que se pinta a ambos lados de la proa (en el bote de la ría es redondo).
Es curioso que haya costumbres que duran una sola generación, y otras que se mantienen su vigencia miles de años. Poner ojos a los barcos nos llega directamente del Egipto de los faraones. Entonces era un símbolo protector, que probablemente con el tiempo y la desaparición de aquellos dioses, se ha mantenido como una representación de nuestro rostro (igual que los mascarones de proa); una personificación de la embarcación.
Yo tampoco soy supersticioso, pero si comprase un barco me gustaría continuar esa larga tradición.
3 comentarios:
Resulta curiso el bote verde, en Andalucía a ningún pescador se le ocurriría usar este color por pura superstición, para ellos el verde trae mal fario. Cosas de la gente que depende mucho de factores impredecibles.
Saludos.
Qué bello el bote...
Me gustaría tener uno así, co un camarote lindo para leer...comer en cubierta, viajar sobre el agua...
Qué curioso lo que cuenta Nómada...nunca se me habría ocurrido pensar en colores y mala suerte...
No soy supersticiosa y cuando leo algo relacionado con eso me desconcierta.
Me sucede también con las personas que tienen cosquillas.
Me custa entenderlo porque yo no tengo.
Besos a los dos!
Ya se ve que el color las diferencia, pero hay otra cosa que une las embarcaciones de ambos lugares: el ojo de Horus, que se pinta a ambos lados de la proa (en el bote de la ría es redondo).
Es curioso que haya costumbres que duran una sola generación, y otras que se mantienen su vigencia miles de años. Poner ojos a los barcos nos llega directamente del Egipto de los faraones. Entonces era un símbolo protector, que probablemente con el tiempo y la desaparición de aquellos dioses, se ha mantenido como una representación de nuestro rostro (igual que los mascarones de proa); una personificación de la embarcación.
Yo tampoco soy supersticioso, pero si comprase un barco me gustaría continuar esa larga tradición.
Un gran abrazo a los dos.
Publicar un comentario