ETNA SAGRADO

En un reportaje sobre el Sicilia que vi hace poco, un vecino decía que el volcán era para él más importante que su religión. No me extrañaría que tras esta exagerada afirmación pervivieran restos de panteísmo u otros cultos paganos.

Claro que a lo sagrado, como a todo, es cuestión de cogerle el tranquillo. Y así, el personal, no digo yo que le haya tomado la sobaquera a la montaña, pero casi. Esta casa, por ejemplo, está en el borde de, o directamente sobre, una colada reciente. Indicio de que las autoridades no se meten donde nadie les ha llamado. Aunque supongo que también se desentenderán a la hora de las reclamaciones...

Esto tampoco parecen ofrendas a la divinidad.

Aquel hombre dijo pocas cosas, pero sustanciosas. Mencionó el tópico de que las tierras volcánicas dan excelentes cosechas de frutas, motivo probable por el que la gente se arriesgaba, en épocas de mayor penuria, a vivir y edificar en las proximidades del volcán. Este valor de la tierra ha quedado en la mentalidad popular hasta hoy mismo, como se puede comprobar en las imágenes, y en este lugar especial del planeta, en estos momentos, la agricultura comparte la mayor importancia junto con el turismo.Por lo que respecta a este último, tengo la impresión de que es de dos tipos: el de quienes quieren ver el volcán, que son la mayoría, y el de aquellos que vienen a aliviarse del calor sofocante del estío mediterráneo.

Al parecer la cúspide del volcán, estéril y más peligrosa, es llamada "la montaña", mientras las fértiles faldas se denominan "Etna".