Hay figuras en la historia que destacan por su singularidad. La singularidad de este hombre fue la de haber aglutinado, durante su relativamente breve imperio, una colosal heterogeneidad. Carlos Habsburg Lothringen fue Carlos I, emperador de Austria; y también Carlos IV, rey apostólico de Hungría; y Carlos III, rey de Bohemia; y Carlos IV, rey de Croacia y Eslavonia; rey de Dalmacia, Galicia, Lodomeria e Iliria; rey de Jerusalén; archiduque de Austria, gran duque de Toscana y de Cracovia; duque de Lorena, de Salzburgo, de Estiria, Carintia, Carniola y Bucovina; gran príncipe de Transilvania; margrave de Moravia; duque de Alta y Baja Silesia, Módena, Parma, Piacenza y Guastalla, de Auszwich y Zator, de Teschen, Friuli, Ragusa y Zara; conde principesco de Habsburgo y Tirol, de Kyburg, Goricia y Gradisca; príncipe de Trento y Brixen; margrave de Alta y Baja Lusacia y de Istria; conde de Hohenems, Feldkirch, Bregenz, Sonenberg; Señor de Trieste y de Cattaro; gran voivoda del voivodato de Servia; soberano de la orden del Toisón de Oro. Además de estos largos (e incompletos) títulos, fue beatificado por Juan Pablo II en 2004.
Como muchos otros nobles europeos terminó en Portugal (más concretamente en Funchal, isla de Madeira), donde murió en 1922, a los 34 años de edad, y donde recibió sepultura en la capilla del Beato Carlos de Austria, en el Santuario de Nuestra Señora del Monte.
Con estos datos no me ha cabido la menor duda de que se trata de una figura que merece ser estudiada.
Fotografía de Carlos de Austria, encontrada aquí.
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Observo que el empeño ha de ser hecho con mucho cuidado. Encuentro el camino minado de los intereses de ciertos sectores sociales, que adolecen siempre de las mismas inclinaciones que faltan a la verdad y al sentido común. Veré si puedo conseguir una visión humana de un ser humano. En caso contrario, desistiré y buscaré otros caminos.
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Leo que, habiéndose confirmado por parte de la Iglesia la curación inexplicable de dos enfermas que rogaron su intercesión, Carlos de Austria se encuentra en proceso de santificación.
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