Leí a don Miguel hace mucho tiempo, justo después de empezar con Baroja, que fue mi primer novelista: "diario de un cazador", "las ratas", "aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo", "la hoja roja", "mis amigas las truchas"... tuve la intención de leerlo todo de él pero me detuve en "la sombra del ciprés es alargada", que no terminé. Mucho más tarde, algún comentario de un vecino del pueblo que cazaba con él, terminó de completarme la idea que me había hecho de su persona. No sé las veces que, desde mi cama (donde he leído todo lo que he leído), he pateado con él las gélidas parameras de Castilla la Vieja al acecho de las patirrojas.
El último movimiento de esta sinfonía de Shostakovich, que trata sobre la muerte, y el aplauso final, me han parecido un buen acompañamiento a este comentario sobre Miguel Delibes en el día de su fallecimiento.
2 comentarios:
Delibes... Qué señor de las letras. Qué llaneza. Creo que casi todos nos hemos formado mucho con sus novelas. Una cosa siempre me ha disgustado en él: su afición a la caza. Pero, bueno, así es la vida, ¿no?
Siento haber estado ausente, pero los malvados designios de la Telefónica así lo han querido.
Mis saludos, Glo.
Bienvenida de nuevo, Mertxe.
Yo tampoco he cumplido con mis deberes de cortesía. Incluso estas entradas a mi blog la he cumplimentado como he podido.
Un gran abrazo.
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